H.P. Lovecraft: Contra el mundo, contra la vida - Michel Houellebecq
H.P. Lovecraft: Contra el mundo, contra la vida es una obra de crítica literaria del escritor francés Michel Houellebecq sobre la obra de H. P. Lovecraft.
La edición inglesa para el mercado estadounidense, británico y la castellana cuenta con una introducción del novelista estadounidense Stephen King.
¿Pero quién fue Howard Philip Lovecraft?
H.P. Lovecraft (Howard Phillips Lovecraft) fue un escritor estadounidense nacido el 20 de agosto de 1890 en Providence, Rhode Island, y fallecido el 15 de marzo de 1937.
Ampliamente reconocido como uno de los autores más influyentes del género de horror, en particular del horror cósmico, un estilo que introdujo una visión del universo como un lugar indiferente o incluso hostil a la existencia humana.
Aunque en vida fue poco conocido (por no decir completamente desconocido) publicó sobre todo en revistas pulp como Weird Tales, Lovecraft ha influido enormemente en autores como Stephen King, Clive Barker, Neil Gaiman y cineastas como John Carpenter o Guillermo del Toro. Su obra también ha influido en videojuegos, música, cine y cómics.
Sus obras más conocidas son:
- La llamada de Cthulhu (The Call of Cthulhu).
- El horror de Dunwich (The Dunwich Horror).
- La sombra sobre Innsmouth (The Shadow Over Innsmouth).
- En las montañas de la locura (At the Mountains of Madness).
- El color que cayó del cielo (The Colour Out of Space).
Estoy tan harto de la humanidad y del mundo que nada logra interesarme a no ser que incluya,
por lo menos, dos crímenes por página, o que trate de horrores innominados procedentes
de espacios exteriores (H.P. Lovecraft).
¿Y quién es Michel Houellebecq?
Michel Houellebecq (nacido Michel Thomas el 26 de febrero de 1956 en la isla de La Reunión) es un escritor, poeta y ensayista francés considerado uno de los autores más provocadores y relevantes de la literatura contemporánea.
El nombre artístico de Houellebecq es el apellido de su abuela, a quien estaba muy unido.
Es conocido por sus novelas incisivas, pesimistas y polémicas, que exploran temas como el sexo, el nihilismo, el individualismo, el islam, el capitalismo, el desencanto moderno y la decadencia de Occidente y ha sido acusado de misógino, islamófobo, racista y reaccionario.
Otros, sin embargo, lo defienden como un cronista lúcido del vacío espiritual del siglo XXI.
- Ampliación del campo de batalla (1994).
- Las partículas elementales (1998).
- Plataforma (2001).
- La posibilidad de una isla (2005).
- Suminisión (2015).
Valoración personal
⭐de 5.
Me gusta H.P. Lovecraft (el autor que no la persona), me gusta (mucho) Michel Houellebecq y me gusta Stephen King (a pesar de que su prólogo es insoportable), pero me aburre sideralmente este libro.
Dice Houllebecq haber descubierto a Lovecraft cuando era adolescente y de cómo cada relato suyo le impresionaba de tal modo que no dudaba en catalogarlos como «una rebanada abierta de miedo aullante».
Fascinado por la antimodernidad de Lovecraft, su profundo odio hacia la vida y la negación filosófica del mundo real; Houellebecq remarca (repetidas veces en este ensayo) que las obras del maestro de Providence incluyen un hecho sumamente curioso; la total ausencia de la importancia del dinero o del sexo entre sus líneas.
Para Lovecraft, añadir elementos eróticos a sus relatos era una aberración, es más, en toda su obra apenas salen mujeres y las que lo hacen o son ancianas grotescas (la deforme y albina Lavinia Whateley de El horror de Dunwich) o brujas.
Es cierto, que a priori el maridaje de terror cósmico con erotismo no casa bien.
No obstante, debo romper una lanza por los estupendos relatos de Valentin@ de este mismo blog dónde sí consigue una aproximación honesta y divertida a estos dos mundos.
Volvamos al libro.
Houellebecq disecciona con bastante maestría el origen del odio y del racismo latente (hecho innegable en sus obras) de Lovecraft.
Achaca estas preocupaciones raciales al periodo de apenas dos años que Lovecraft estuvo viviendo en Nueva York medio arruinado, en busca de trabajos que le fueron negados una y otra vez y rodeado de una comunidad mixta de afroamericanos, judíos y asiáticos llenos de vida, que reían en voz alta y bailaban en público que le infundían al autor un miedo atroz.
¿Cómo eran capaces de vivir cuando al autor la vida le parecía tan aburrida, tan insulsa, tan antinatural? ¿Y no es acaso el miedo y la ignorancia la antesala del racismo?
Lovecraft un caballero ario, discreto, reservado, buena cuna y educado fue incapaz de gestionar estos sentimientos, este miedo y obligado por su educación jamás levantó voz alguna, pero fue inmisericorde en sus relatos con las comunidades negra, judía y china donde la totalidad de sus personajes malvados eran bestias negras incultos grandes como gorilas y de nariz achatada o judíos con cara de rata.
El mestizaje era otro de los temas que le horrorizaban y aunque no fue un beligerante físico activo sí que hacía todo lo posible por no mezclarse con las razas inferiores.
Recordemos que H.P. Lovecraft nunca salío de Norteamérica y apenas de Nueva Inglaterra.
Su obra es espléndida pero no la persona.
Lovecraft a pesar de dárselas de culto, fue al final, solo ignorante asustadizo.
Todo esto lo refleja muy bien Houellebecq donde resalta su fascinación por el autor (sin tratar de justificarle) y nos entrega las herramientas para entender por qué Lovecraft era como era.
Otra cosa es si el libro merece la pena leerlo. Para mí, es un rotundo no.
No me atrae la figura, la persona, de Lovecraft, es más aborrezco este tipo de personas que solo se basan en la apariencia diferente de otras para emitir juicios de valor, pero otra cosa muy distinta es el Lovecraft autor donde me rindo a su inventiva, a su imaginación y a sus mundos sin comparación posible.
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