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El especial San Valentín 2024 de Valentin@ - Segunda parte de dos

 EXCLUSIVO PARA MAYORES DE 18 AÑOS




SEGUNDA PARTE

Claudio se retira al lavabo y Sophie empieza a preguntarse cómo es posible que la potencia y el vigor del rabo del mecánico no decaiga tras tantas y tantas soberbias descargas. Aquí debe haber gato encerrado y ya se puede imaginar que pinta tiene el menino. Antes de que se termine el cigarrillo, Lucio vuelve a mostrar una polla espléndida en plena forma. Bombastix está segura de que el cortometraje con su regreso al ruedo de contenido adulto será un éxito incontestable.

Toca rodar la escena de la mujer del jefe. La esposa está disgustada con el desempeño del nuevo mecánico. Es un torpe. Le hace llamar a última hora del día para cantarle las cuarenta. Le va a despedir a no ser que le coma el felpudo como un mastín deshidratado. El mecánico que acaba de salir de la cárcel accede desprovisto de opciones y temeroso de volver a la trena.

Perniabierta, Sophie espera tocándose la almeja como una guitarra flamenca en la silla del despacho de su marido. Claudio en su rol de exconvicto se arrodilla tras jurar y perjurar que se esmerará más, le come la vulva delicadamente intercalando largas lamidas con incisivos mordiscos en la endurecida pepitilla. Esta escena está pensada para satisfacer al cada vez más extenso público femenino entre sus fans.

Pero Bombastix poco acostumbrada a la dedicación oral de un hombre con ella, se corre sorpresivamente al poco de sentir la ávida lengua de Claudio. Un squirting en toda regla. Educadamente le pide a Claudio después que le restriegue el glande por los hipersensibilizados labios sin metérsela como postre. Se vuelve a correr pocos después cuando el bálano del muchacho riega su pizpireto matojo con grumoso masculinidad.

Sophie tiene material de sobra para su cortometraje. Un bukkake para terminar estaría bien para rematar la faena. Se dejará de hacer la tonta y que salga el gemelo del lavabo.

—¿Gemelo? Por favor salir de lavabo para última toma —llama divertida Bombastix a Claudio que se está untando en ese instante el glande con una crema muy recomendada por el farmacéutico amigo suyo.

Lucio con la polla apresada en la mano, se teme lo peor. ¿Y ahora? Los van a denuncia por... ¿incumplimiento de contrato? Se toma otra Viagra por si acaso.

—Yo haberme comido muchas pollas en mi vida. Y todas son distintas de grosor y sabor. Haberme pasado día en grande. Ahora por favor venid para escena final. 

La escena final de Bombastix es ella de rodillas, mientras los hermanos se la menean de pie delante suya mientras un coche al fondo echa humo y suena la alarma antirrobos.

La corrida que entregan los hermanos una vez liberados del miedo a ser descubiertos es legendaria y pone a Sophie perdida de espeso semen desde la coronilla hasta el ombligo. Parece una enloquecida Cleopatra tomándose tres baños de leche de burro de una tacada. Durante cinco minutos no puede ni abrir ni los ojos.

Al rato, los hermanos se llevan a la actriz al aeropuerto. Sophie es una persona muy entrañable y divertida que no para de hacerles reír con su desparpajo y sus "palabros" en castellano. Les comenta en primicia que una vez que haga algo de dinero, retornará a sus estudio de arquitectura y se volverá a retirar.

Antes de que Bombastix pueda ofrecerles una mamada exprés, los hermanos ya le han bajado la maleta a la acera, le ha dado dos besos en la mejilla y han abandonado la terminal de salida echando chispas no vaya a ser que a la señorita se le ocurra rodar alguna escena más.

—¡Adiós! ¡Gracias, me lo he pasado puta madre! —grita Bombastix envuelta en una nube de humo a semejanza del personaje de la tira cómica de los Peanuts.

Claudio mira el reloj. Se ha hecho tardísimo. Toca apresurarse si quieren llegar a tomarse una copa todavía en el "Budapest Chic". Acelera. Brumm. Lucio a su lado se ha quedado medio dormido.


Café Bistro "Budapest Chic"
13 de febrero, cerca de la medianoche.

Claudio tiene pocas esperanzas de que la fiesta continue en el Café tan cerca de la medianoche. Han aparcado a tomar por culo y Adri les había dicho que sobre las 23 horas empezarían a echar a la gente. Al llegar a la calle y doblar la esquina, su corazón se encoje. Lucio le sigue a pocos metros echando el hígado.

Aún se ve luz, música atenuada pero apenas jolgorio en el local. Antes de que pueda pasar por la puerta, ésta se abre y una risueña Joanna con dos corazones de purpurina pintados en la mejilla despide a la última pareja deseándoles un feliz día de San Valentín. Sorprendida de que los hermanos aún se hayan pasado, se le ilumina la cara y les indica con una mano que pasen.

El local está vacío a excepción de Adriana que ha empezado a barrer el suelo alfombrado de confeti, copas de champán de plástico y deshinchados globos con forma de corazón. Hasta un condón se encuentra. Laura Pausini canta con su voz de ángel desde el fondo de la barra sobre un tal Marco.

—¡Adri, han venido los hermanos! ¡Y vienen armados! —le grita Joanna a su prima. La prima levanta la vista, deja caer la escoba y suelta una carcajada.

—¿Perdón? —responden Lucio y Claudio mirándose uno al otro. ¿Qué dice la tía loca esta?

—¿Os habéis visto los paquetes? ¡Tenéis los sables más tiesos que el quinto regimiento de Napoleón antes de entrar en batalla! —señala Joanna saltando con el índice de un rabo duro a otro. Parece como si estuviera jugara al juego de la Oca y tiro por que me toca. Hasta la cotilla de Laura Pausini se ha callado a ver si se entera de la jugada.

—Anda pasad, sementales que aun cogéis frío fuera —les recrimina la mayor de las primas magiares y arrastra de los codos a los gemelos al interior del local. Tras cerciorarse que nadie queda en la calle, echa el pestillo a la puerta —¿Todos vais tan bravos a estas horas de la noche? ¿Tenéis algún plan aún?

Claudio y Lucio niegan abochornados con la cabeza. Qué vergüenza. ¿Cómo no se han dado cuenta de que van con la polla como un caballero medieval en un torneo de justa? Puto Viagra, puto kilombo o como cojones se llame y putas prisas.

—¿O habéis venido a ponernos los dientes largos con alguna curvă española? —pregunta Adriana levantando la voz y llevándose las manos a las caderas. Viste una minifalda vaquera enseña tangas, una camiseta oscura lavada infinidad de veces con un parodia de la Mona Lisa despeinada y unas medias de anillas blanquirosas por encima de las rodillas—. ¿Sabéis lo que dicen de las rumanas? La rumana hace lo que la española promete.

—Adri, estos dos espabilados se van a llevar una buena lección hoy. Aquí nadie viene a tocarle las tetas a las Stoica. Desnudaros y enseñad esas pollas, ¡ya! —les grita una encolerizada Joanna y les señala unos sillones de skay rojo frente a unos inmensos espejos de cuerpo entero. Retira con rabia, las serpentinas doradas y plateadas de colores pegadas al cristal, la corrida de un enamorado impaciente y mete con sus botines una patada a un botellín que rueda a esconderse tras la máquina de tabaco.

—¡Deprisita, joder que no tenemos toda la noche! ¿No habéis visto como está el local? Hecho una mierda antes de que pueda entrar algún cliente mañana —completa Adriana plantándose frente a Claudio—. ¿Qué miras? Te gustaría verme las tetas ¿Verdad? Y meterme de una tacada toda esa dura polla española sin pasar por la casilla de salida. Puerco ¿Quién te gusta más? ¿Joanna o yo? Cuidadito con lo que vas a decir.

Claudio no sabe qué responder. A ver si la va a liar. Tiene un dolor de cojones de aúpa. Mira a su hermano Lucio en busca de respuestas. Pero su hermano no está para canjear el comodín del público. Con los pantalones besando el suelo y con el troncho alzado como la bandera de un taxímetro, descansa ambas manos sobre la cabeza de Joanna de rodillas que ya le está chupando la polla.

La rubita de color pajizo empuja con ambas manos a Claudio, cayendo éste de culo al sofá. Frente a él, se baja la rumana las húmedas mini bragas, le baja la cremallera del pantalón y se hace con la polla del muchacho. Sin pedir permiso, escupe sobre la venosa llave inglesa de Claudio y se deja caer lentamente sobre su erecta polla.

Tras, asegurarse con las manos de que toda la polla ha quedado sepultada en su volcánico sexo, tocando la base de los testículos, empieza a montar a pelo al pobre mecánico. Joanna se ha subida la camiseta al nacimiento de los pechos y sus riquísimas tetas de pezones hinchados golpean sin piedad el rostro de Claudio. 

El calor del apretado sexo depilado de la fogosa rumana amenaza con carbonizar el troncho de Claudio. Agarra éste el terso culo tatuado con un tribal de la magiar y aparte de comerle las tetas, se deja hacer. Bastante tiene ya él con aguantar el ritmo endiablado de la zíngara. Está como poseída. El que Adri tenga al igual que su prima un poco de barriguilla las hace incluso más sexies.

Los exagerados jadeos ahogados de placer de Adriana disuaden a Joanna de seguir chupándole la polla a Lucio y decide darse también un cabalgada al rancho de la Pollarosa. Las bragas ya se las quitó antes y aprisionan hace rato ya los huevos del hermano en un apretado nudo. Le indica resoluta que se sienta en sofá rojo putón, lleno de confeti de colores.

Decide Joanna en cambio montar a Lucio de espaldas y así poder verse ella misma en el espejo. Le encanta ver como el enrojecido y palpitante miembro de su amante penetra sin piedad su adorado conejo. Desvía la mirada a su prima que por sus ostentosos chilidos de ratoncita ya debe haberse corrido. Una delicada espuma de esperma recorre la pétrea polla de Claudio de arriba a abajo a semejanza de un ascensor averiado. Tiene el culo Adri en carne viva de las inmisericordes garras de Claudio.

Por su parte, Laura Pausini sigue a lo suyo. Le canta a un pollo y a mil mares. Después harta de que nadie la haga ni puto caso, se rinde y se apaga sola. Esa no es forma de tratar a la flamante ganadora del festival de San Remo de 1993. Putos hermanos viciosos.

Joanna aumenta la intensidad de cabalgada y poco después siente el inequívoco abrasivo calor de la corrida de Lucio inundando y abriéndose paso por su sexo. No la sorprende. Lucio le ha apretado tanto las tetas al eyacular que había que ser muy inocente para no darse cuenta de la lechada. ¿Cómo sigue teniendo la polla tan dura tras la corrida? ¡No es para nada normal! ¡Ni Vlad Tepes disponía de lanzas tan afiladas para empalar a sus enemigos!

Las rumanas descabalgan sus monturas, y tras chocarse las manos, deciden intercambiar la pareja de baile y se ponen a cuatro patas una junta a la otra y levantan el culo. El espejo se está poniendo morado a ver sexo desenfrenado. Los gemelos se incorporan lastimosamente -están reventados- pero consiguen meterles una clavada carnal a las rumanas hasta los huevos.

Que aún quedarán restos de esperma del hermano en el coño de las dueñas del local les importa entre poco y nada. El gomoso y oloroso olor metálico del semen acompaña las embestidas de los hermanos. Splash, plop, splash, plop, splash, plop.

Las primas con la lengua fuera están descolocadas. No sólo no se les baja ni un ápice la dureza de las pollas a los mecánicos, sino que además las van a dejar en mal lugar. Las tienen como el rodillo de un panadero. Ellas que habían ido de listas. ¡Hay que hacer algo ya! Deciden jugarse la carta del morreo lésbico que tanto pone a los hombres y que éstos lo vean todo en Tecnicolor gracias al agradecido espejo.

El plan sale a la perfección y poco después son conscientes de que los hermanitos se van a volver a correr por la agresividad de las penetraciones. Esta vez nada de correrse dentro. Desean sentir la salvaje eyaculación sobre sus sudorosos cuerpos, sobre la cara. El esperma es un bálsamo buenísimo para el cuidado del cutis. Ellas que están cara al público no pueden desaprovechar un regalo así.

Se detienen y tumbadas de espaldas, rostro con rostro, esperan sonrientes la inevitable descarga. Apretujan las tetas y extienden las lenguas. Claudio y Lucio en un alarde de inventiva, cruzan los haces y se corren en diagonal al grito de "¡A tomar por culo los Cazafantasmas y a su puta regla!"

Joanna y Adriana con las tetas a rebosar de esperma y lamiendo la leche recién exprimida la una a la otra no pueden parar de reír. Que graciosos son.

Satisfechas ven que, ahora sí, los goteantes miembros de los gemelos empiezan a perder su vigor. 

Dentro de un rato se pondrán a recoger el local. Seguro que Lucio y Claudio les echan una mano una vez que se despierten. Están fundidos.

Pero lo más importante es que las amiguitas españolas con las que hubiesen podido quedar los amigos, se vayan de vacío. Faltaría más. Que las den por culo y se metan un dedo. Estos dos tienen los huevos bien descargados, sin duda gracias a ellas. La última descarga era ya más agua de coco que espesa lechada.

No ha nacido aún una española que le haga sombra a una rumana como ellas.

PS: Por cierto, la multa que le llegó de Tráfico a Lucio sobrepasó ampliamente los 300€, le quitaron dos puntos y en la foto salía con una cara de gilipollas de aquí a Lima.

FELIZ DÍA DE LOS ENAMORADOS


Creative Commons Attribution-NonCommercial 4.0

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¡La banda sonora!

Laura Pausini - Entre tú y mil mares.


No te pierdas la anterior aventura de los gemelos bajo el siguiente enlace.

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Comentarios

  1. No me canso de leer a Valentin@. Muy bien. ¿Para cuándo una imagen que haya servido de inspiración para los hermanos modorros?

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