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El especial Día de Reyes 2025 de Valentin@

EXCLUSIVO PARA MAYORES DE 18 AÑOS



ESPECIAL DÍA DE REYES 2025

Taller "Hermanos Modorros"
5 de enero.

—Hola sis, hola bros. Pues aquí estoy en la entrada de un taller de coches, y para nada estoy de chill— comentaba Carla vía videollamada whatsapp a sus amigas con su carísimo móvil MyPhone 16 Pro. —Mi padre me obliga a que le recoja su BMW si quiero que me pague mi viaje a París. Le he dicho que no, que vaya Tomás, nuestro portero, y me ha echado una bronca épica sobre la responsabilidad y esas cosas. Os voy contando— finalizó Carla dando un beso al aire y poniendo morritos de pato a la cámara.

Ella estaba bastante cabreada, para nada le apetecía hacer algo tan poco estiloso como recoger un coche. ¿Para qué entonces está los criados? En fín, que le den el puto coche y a casa. Dentro de una hora tiene una fiesta en las terrazas del hotel Miú Plaza España y debe apresurarse.

—¡A ver, tú, dame el coche de mi padre, Amadeo Gracia del Morral! —exige la pija a Lucio, uno de los mecánicos y dueños del taller "Los Hermanos Modorros".

Lucio niega con una sonrisa, se limpia las manos con un trapo y se coloca el paquete.

—Perdona, bonita. Esto no va así. Lo primero son los "Buenas tardes" y luego empezamos a hablar con educación— responde.

Carla Gracia, la más pija del barrio de Hortaleza, no se esperaba esa respuesta y se queda callada en tanto le da otra calada a su vapeador de sabor cereza. Ciertamente, ver ese taller lleno de grasa, trastos y hombres sudorosos la pone bastante.

Para algunas, son los uniformes, a ella son los monos de mecánico, aunque nunca lo admitiría a sus amiguis.

—Ese BMW —señala Claudio, otro hermano y mecánico—, tiene una factura pendiente de mil quinientos euros. Le hemos cambiado la trócola, el colorímetro y el condensador de flujo.

—Pues yo no tengo cash -ni tampoco dinero en la tarjeta ya que se había gastado todo el dinero en el Black Friday de hace unos días-, pero en plan no pasa nada. Me dais el coche y luego ya vendrá mi Papá a pagaros. ¿Os renta? Ni está tan mal, ¿No?— responde muy altiva Carla.

—Va a ser que no. O adoquinas, guapa, o te vas a ir con una mierda montada a caballo— exclama Claudio aproximándose a ella y también colocándose el paquete.

Carla no se esperaba esto. Creía que, con decir el nombre de su padre, ya estaba todo hecho.

Mira su reloj con fastidio. Se le está echando el tiempo encima. Esto no le está cundiendo.

Esta situación no controlada está empezando a darle mucho calor, y la está- no puede ser- excitando un poco. Sólo pensar que está sola en este taller cochambroso, con dos mecánicos vestidos con su mono sucio y que de algún modo pudieran querer algo, la está poniendo súper cachonda.

—Me estáis troleandoyo no tengo dinero y necesito el coche —dice—. ¿Qué podemos hacer? —continúa Carla mientras se muerde el labio.

Los hermanos se encogen de hombros. O salda la deuda o nada. No son una ONG ni unos simp como gusta llamar la gente moderna a los pagafantas.

—Mira, no tengo tiempo para vuestros dramitas —responde Carla—, te la chupo unos minutos y el npc de tu hermano puede mirar. Luego te corres contra esos neumáticos y me llevo el coche. ¿Ok? Es lo que estáis deseando, ¿verdad, putos cerdos?

Carla le da otra bocanada el vapeador de sabor cereza de la boca y se agacha delante de Lucio. Con una mano le va abriendo la cremallera del mono y con la otra, guarda con fastidio, el vapeador en su bolso.


Al sacar la dura polla de sus calzoncillos, Carla no puede evitar abrir exageradamente los ojos y susurrar un tímido lol.

—Vaya, vaya. ¿Dónde tenías escondido esto? ¡Es enorme, mucho más grande que la de mi novio! ¡Dónde va a ir a parar!

Empieza lamiendo la base del falo para ir subiendo poco a poco hasta la punta. Para ser una pija de manual, no lo hace nada mal. Desde luego, no es la primera tranca que se ventila la vecina de Hortaleza.

—Sólo te la chupo unos minutos, ¿vale? —dice—, ¡Yo estoy en mi prime, tengo muchas cosas que hacer y esto me parece tan vulgar! ¡Y que conste que lo hago obligada!

Carla ya se ha metido toda la polla en la boca y empieza a dar buena cuenta de ella. Lucio se apoya contra el capó del coche cerrando los ojos. Le tiemblan las piernas. 

La pija, de vez en cuando, mira a Claudio. Él se aproxima y la desprende de su abrigo.

Viste la pija uno de piel de la marca Zaramelo, una falda negra y camiseta con un estampado de un gato montado en moto.

Claudio mete la mano por debajo de su camiseta y la suelta con destreza el sujetador. Las tetas, algo caídas, de Carla quedan liberadas para mayor gloria de la humanidad.

—¿Tú también la tienes tan gorda como tu hermano? —pregunta la chica tomando un respiro en su mamada.

Claudio la responde, sacándose el miembro y plantándosele en la cara. Ella suelta momentáneamente la otra y empieza a lamer con ganas la de Claudio.

—¡Desde luego no se puede decir que no seáis hermanos! ¡Menudos pollones tenéis! — se sorprende diciendo en voz alta.

Alterna ambas pollas como si fuera una partida de tenis. Los dos hermanos están el paraíso. Carla se ha quitado las mojadas braguitas lanzándolas lejos.

Empuja con las manos a Lucio contra el suelo, se humedece el coño con un poco de saliva y se sienta encima de su cara.

—Cómeme el coño, desgraciado. No te has comido un coño como el mío en tu puta vida, bro— afirma erróneamente Carla.

De repente, el móvil, decorado con un Sunny Angel, empieza a sonar. Es su padre. El afamado Amadeo Gracia del Morral.

—¿Qué hago? ¿Lo cojo? ¡Estará llamando para preguntarme dónde ando!

—Cógelo, no le hagas esperar— responde Lucio mientras desplaza suavemente a Carla hasta su miembro. Su gorda polla entra sola y obediente en el mojado coño.

Carla reprime un gritito de placer.

—¿Pero... qué haces? ¿Me la has metido? ¿Sin preservativo? ¡Esto es muy heavy! ¡Ah, hola, Papá! —dice la chica mientras contesta al móvil.

» Sí, sí, estoy en un atasco, metida hasta...ah... el fondo...no sé cuándo podré... dios mío... salir de esta... tengo ahora mismo un gran problema entre las piernas, digo las manos... sigue metiendo hijoputa... ¡Nada, nada papá, un tío que quería adelantarme!

Carla cabalga sobre la polla de Lucio como una buena amazona. Tiene todas las tetas llenas de grasas de los apretujones que le mete el hermano que tiene dominado en el suelo. Parecen sus gordas ubres, las paredes de una escuela infantil.

Claudio se aproxima por la retaguardia mientras se acaricia la llave inglesa que se despereza como si la hubieras inflado con aire. La besa el cuello, la nuca, las tetas y se detiene en sus pezones. Los muerde, los chupa, los acaricia. Ella los tiene duros como nueces.

—¡Que sí Papa, no seas pesado, que ahora mismo te llevo tu BMW!. Ya sabes que estoy súper cachon... ¡soy súper responsable!  —continúa defendiéndose Carla en la única batalla que posiblemente pueda ganar hoy. —¿Me vas a pagar el viaje a París? ¡Papá no seas boomer! ¡Gracias, te quiero papaíto!

Carla cuelga el puto móvil y lo lanza a tomar por culo. Acaba de sufrir un orgasmo con la polla de un tío desconocido metida en su conejo. Es tan, tan, tan vulgar y tan, tan excitante.

Claudio la empuja, por detrás, suavemente contra el pecho de su hermano.

—Un momento —acierta a decir Carla—. No pretenderás metérmela por el culo, ¿verdad? ¡Nadie jamás ha entrado por ahí! ¡Se lo tengo reservado como regalo de Reyes Magos a Miguel Salazar, mi novio banquero de Meridianum!

—Vete pensando en darle otra cosa, guapa, tal vez una bufanda o unos calcetines— responde Claudio mientras la penetra haciendo tope con sus sudados huevos en el ojal de Carla.

"Por Dios, que estrecho y caliente está esto", piensa mientras va cogiendo velocidad en su rítmica penetración anal. "Y de virgen por detrás, menos lobos Caperucita"

Carla solo acierta a responder que el mecánico la ha jodido viva ahora, que no ha pensado en otra cosa para comprar y que el cumpleaños es pasado mañana.

La pija se encuentra ensartada por ambos agujeros. ¡Y le encanta!

Claudio está en la gloria, agarra con ambas manos cada extremo del trasero, la pija tiene un culo divino. Se lo va a dejar el perdido de leche como no pare de moverse. Se mueve la amiga más que los precios del aceite.

La boca de Carla dice no, pero sus continuos orgasmos dicen otra cosa.


Carla se hace la despistada y sólo acierta a decir: "¿Pero me estáis follando? ¿En serio?"

—¿Quieres un hermanito, Claudio? —pregunta Lucio entre risas a su hermano subiendo una velocidad y azotando con ambas manos el terso culo de Carla. Un risueño Claudio no puede evitar reírse de la chispa que tiene su gemelo. Que gracioso es. Tiene un duende para la comedia que no es normal.

Pero con toda la tontería se está haciendo tarde y a pesar de que Claudio sopesa la idea de eyacular en el estrecho ojal de la honorable vecina de Hortaleza, retira su herramienta con un sonoro plop y se pone de pie. Que se la chupe mientras su hermano se termina de descargar.

Lucio lee los pensamientos a Claudio (son muchos años juntos) y tras dos estocadas más, comienza a irrigar el húmedo campo de Carla con enérgicas y potentes eyaculaciones.

—¡Cabrón! ¡Hijo... hijo de... puta! —acierta a gritar Carla sorprendida por la intensidad de otro orgasmo, pero sin desatender el pistón neumático de Claudio—. ¡Ni se te ocurra correrte dentro, que me preñas que yo no me tomo nada, joder! 

Con violencia engulle la polla del gemelo de pie frente suya sin dejar de acariciarle los duros testículos. Agarrado a la nuca de Carla, Claudio eyacula como un miura sobre el rostro de la pija. Pareciese que hubiesen descorchado una botella de champán en su cara.

Con el rímel corrido -nunca mejor dicho- y con el rostro cubierto de esperma, se asemeja al mote de su odiada contrincante y amiga de las RRSS, Happy Panda.

—¡Te estás corriendo dentro! —le grita Carla a Lucio haciéndose la ofendidita, pero con más ganas de que eso fuera a ocurrir que su padre adquiriendo negocios ruinosos.

La polla de Lucio empieza a deshincharse dentro del inundado coño de Carla a la par con los últimos coletazos de la corrida de Claudio.

"Pero ¿qué ha comido este tío hoy?", se pregunta Carla regresando a la explosión facial de Claudio la cual no parece tener fin. 

Poco después, Carla recoge sus braguitas, las llevaba puestas Claudio a modo de badana, y se empieza a asear con ella la cara de la mascletá

Con la polla abatida y goteando, Claudio se retira, sólo para acercarse poco después con una arrugada factura, llena de manchas de café y las llaves del BMW.

—¿Entonces, tengo que pagaros? ¿Y para qué entonces me he dejado follar contra mi voluntad? ¿Pero sabéis quién es mi padre? ¿Sí o qué?— responde indignada Carla mientras se repasa con vicio los dedos repletos de leche.

Lucio sale en defensa de su querido hermano y le confirma que en el taller de los Hermanos Modorros se paga en A o P (de polla). Que ellos han cumplido por partida doble. Que no se queja que ya le han hecho un descuento considerable sobre la tarifa habitual y que tienen un libro de reclamaciones por ahí.  Y que no saben quién cojones es su padre. Ni les importa.

—¿Acaso no hemos arreglado el coche de tu papi y a ti, el cuerpo con materiales de primera calidad? —continúa Claudio subiéndose el mono—. Pues ya está. Nosotros hemos cumplido con creces. Y no, no nos importa quién cojones es tu papaíto.

Derrotada (y bien) follada, le pide a su pana Inmaculada que le haga un bizum y les paga. Tras fulminar a los risueños hermanos con la mirada, Carla se mete en el coche y sale del taller no sin antes tumbar un cubo lleno de serrín. 

Ya en la vía principal, vincula su móvil al BMW y activa a su ayudante virtual para que le escriba una reseña en sus RRSS.

"Sis & Bros, putos haters, no vengáis a este taller, son unos caraduras, os meten una clavada de escándalo, servicio pésimo, te dejan toda perdida. Valoración 5 ⭐. Volveré."

PS: 
El novio de Carla, Miguel Salazar se llevó al final unos calcetines color salmón horrorosos de regalo comprados a última hora en el Outlet de "El Corte Inglés". Y gracias, porque bastante tenía Carla encima, temerosa de haberse quedado embarazada de un vulgar mecánico de polla gorda. ¡Madre mía, que polvazo la habían echado los gilipollas!

¡FELIZ DÍA DE REYES, JODER!

¿YA SABES QUIÉN ES AMADEO GRACIA DEL MORRAL?


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¡La banda sonora!

Anastacia - Paid my dues.


No te pierdas los anteriores relatos navideños bajo el siguiente enlace.

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