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El amor está en el aire (Especial San Valentín 2022)

EXCLUSIVO PARA MAYORES DE 18 AÑOS



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    Manu no puede dormir.

    Se levanta hastiada de la cama tan sólo vestida con un tanga sonrosado y se acerca a una de las ventanas de la habitación del lujoso hotel Park Hyatt de Viena situado en pleno barrio del oro del centro de la ciudad. La ciudad duerme y sólo los aburridos faros de ocasionales coches iluminan las desiertas calles. Enciende el móvil, esperando encontrar un mensaje de texto... aún nada.

    El personal de OpenFly Air disfruta por contrato, dos veces al año, de los mejores hoteles de la ciudad de destino. Es este uno de los extras irrenunciables del dueño de la compañía aérea a sus trabajadores. Yace junto a ella en la cama, una desnuda y muy dormida Vane, con su corto pelo rubio arremolinado como un nido de pájaros tras una tormenta. Ronca rítmicamente, pero esta imperfección la hace aún más adorable. Manu sonríe. No hay persona en este mundo que quiera más. Después de aterrizar, al llegar al hotel se tomaron dos copas (¿o fueron tres?) y se fueron a la habitación. Mientras se desnudaron, se besaron lentamente y se metieron en la cama junto a dos tarrinas de helado Ben & Jerry Cookie Dough. Comenzaron a ver la película romántica "Permiso para enamorarme, parte II" en alemán.

—Joder, no entiendo nada, afirmó Vane. La próxima vez me traigo mi propio televisor.

    El chiste es viejo y malo, y las cómplices risas entre ellas exageradas por lo estúpido de la broma. Cansada de no entender nada, Manu intenta cambiar de canal, pero la señorita López tiene una mejor idea que ver una película en sonoro germano y se introdujo bajo la mullida manta disimuladamente, primero con la palma de la mano y después con su vivaz lengua, empezó a lamer el tesoro de Manu como Dios manda. El extraordinario orgasmo no tardaría en llegar, mientras que Manuela masajeaba con dulzura el corto cabello rubio de Vane desde la nuca hasta la coronilla.

—Eres la mejor come-almejas del mundo, confirmaba al alcanzar su segundo orgasmo casi consecutivo.

—Y parte del extranjero. Y, es más, también se me conoce como la famosa y legendaria Comecoños de Cantabria. No es un mito, es real, se revolvía semi ofendida una locuaz Vane con su rostro aún hundido en la sonrisa vertical de Manuela.

    Ambas se vuelven a reír de la tontería pronunciada.

—Me debes una, la próxima polla la elijo yo y es para servidora, te pongas como te pongas.

    Manu asintió y la presionó de nuevo contra la hinchada pepitilla de su ansiosa y voluptuosa vulva

—Sí, sí… pero ahora toca menos hablar y más chupar, señorita López.

    Manu adora a Vane, lo comparte todo con ella... a excepción de una única cosa. Un misterioso hombre del que aún sigue enamorada. No deja de pensar en una noche en Ibiza hace años, cerca de otro catorce de febrero, donde su vida dio un inesperado vuelco...

    Vuelve a revisar el móvil... nada.



    Los recuerdos de nuestra Manu regresan cuatro años en el tiempo como un involuntario resorte y a la abarrotada discoteca "Despecho" en Ibiza.

    Manu y su amiga, la cordobesa Lucia de su misma compañía aérea OpenFly Air observan interesadas, gin tonic en mano, a los diferentes invitados de la fiesta privada temática de San Valentín. Visten ambas unos ajustados vaqueros que realzan, ya de por sí, sus estupendos culos. Una chaqueta de camuflaje militar abierta y unos grandes pendientes, para albergar loros como diría Vane, con el símbolo de la paz, en el caso de Manu, completan el atuendo. Lucia en cambio lleva una camisa amarilla vaporosa súper estrecha dónde sus exageradas pechugas parecen bombas atómicas a punto de estallar. Los botones de su camisa llevan sufriendo ese hecho desde el mismo día de su compra. Lucia se vanagloria que sus tetas se han llevado más corridas que la Maestranza de Sevilla.

—¿Ves al tío ése de esmoquin apoyado con ambas manos sobre la baranda? Dicen que lleva un lugar de alterne de alto lujo en la capital—comenta Lucia. —Es un depredador… no hay noche que no haya alguna tía que intente hablar con él y a la mayoría las despacha su personal de seguridad a los pocos minutos, no llegan ni a acercarse.

—Que dices tía, no tiene pinta de eso. Esta buenísimo. Seguro que es un agente secreto y está salvando al mundo de un virus mortal que se carga sólo a las bobas como tú, corrige Manu.

    Lucia se ríe mientras no deja de observar a su presa.

—¿Te juegas 200€ que me lo follo esta noche?

—¿Tú? Si estás en lista de extinción… —confirma nuestra protagonista.

—No se hable más. ¡Tenemos una apuesta!

    Lucia se acerca al rato sensualmente a la escalera que ha de llevarla al reservado del misterioso caballero, agitando su larga melena negra y desabrochándose un botón de su camisa amarilla. El guardaespaldas la intercepta y la manda de vuelta al reino de los mortales.

—Pues anda que has llegado lejos… —se regodea Manu.

—Es maricón, se ve a las mil leguas —refunfuña la señorita Cardoso.

—Ni de coña, déjame a mí. ¿Sigue la apuesta de los 200€ en pie? —pregunta.

    La señorita Cardoso asiente divertida pensando que Manuela también fracasará. Manu se acerca a la barra, agarra una desolada bandeja y se pide una carísima botella de champán (máximo 150€ le dice al camarero). Se recoge el pelo en un moño con un bolígrafo antes de llegar al gorila, le obsequia con una amplia sonrisa mientras le dice escueta: "Botella para el caballero de arriba. Invita la casa". Samir la deja pasar, confiado, sin más. Al llegar al reservado, el misterioso caballero la observa curioso.

—Desde luego, la idea de la camarera es atrevida. Debo recordarle a mi guardaespaldas algunas nociones básicas más tarde… dime ¿Qué quieres?

—¿Es qué se puede elegir? No quiero nada, sólo ganarle una apuesta de 200€ a mi amiga de ahí abajo —mientras señala a una muy ofendida señorita Cardoso cruzada de brazos.

—Ah, la morena gilipollas de antes. No me gustan las mujeres tan burdas. Y definitivamente entrarle a mi guardaespaldas diciendo que ella estaba deseando comerme la polla, no es la estrategia más idónea —comenta —En cambio, tú... tú me intrigas. Me gustan las mujeres con las ideas claras, aquellas que tienen algo más que ofrecer que las tetas. Por favor, quédate conmigo, tomémonos esa botella de champán que has traído… me puedes llamarme Papa Booze. ¿Y tú te llamas...?

Flor de Lis, señor agente secreto —improvisa sobre la marcha Manu.

    Papa Booze sonríe. No está acostumbrado a tal desparpajo.

—Sabes que podría saber tu nombre con una sola llamada telefónica, ¿verdad? Me encanta tu nombre.

—Bueno, no te queda otra. Yo lo que quiero es bailar, no meterme en la cama contigo, aunque ya veo que calzas de maravilla, mi madre. Cúrratelo primero, señor tranca de caballo... y de paso dile a tu gorila que pida unas botellas más... y de las caras.

    Y bailaron y bebieron. En un momento de la noche, al apoyarse Manu en la baranda para observar como los demás bailaban extasiados al son de los ritmos de la música de Sonique, sintió como él separaba, con sus hábiles manos de largos dedos, sus torneadas piernas (los vaqueros ya estaban rendidos a media altura) y la penetraba por detrás con 28 centímetros de dura y gorda polla. Ambiciosas estocadas invadían su deseoso y mojado coño. No dejaba de agarrar los generosos pechos de Flor de Lis cual náufrago se aferra a un último bote salvavidas mientras saludaba "al tendido". No hizo falta bajarle las bragas, no llevaba.

—¿Cómo va su apuesta, Flor de Lis?

—De maravilla, llegando a meta —respondió con voz entrecortada nuestra azafata.

    Manu se percató de que él estaba a punto de eyacular por la aceleración del ritmo. "Éste se corre dentro como que me llamo Manuela del Carmen", se dijo, pasó su mano por debajo de su chocho y le agarró los hinchados huevos. A los pocos segundos, un torrente de calor inundó su coño mientras ella acariciaba sus huevos como si los estrujara. Para no ser menos, ella acompañó su orgasmo con uno suyo propio. Manu tuvo el mejor orgasmo de su vida. Después de descargar su masculinidad, Papa Booze levantó la botella de champán y bebió el resto de la botella sobre los hombros y culo de una sudorosa Manuela. La maravillosa acidez de su piel se mezcló con el refrescante espumoso. Ella por su parte, cerró las puertas a cal y canto de su cálido sexo para no dejar escapar gota alguna de su conquistado cálido y delicioso esperma.

—Estoy obsesionada con sentir el semen dentro de mí, lo sé. Tener la absoluta certezas que se han corrido, que no pueden disimular su orgasmo, tener el control, me vuelve loca —se relame interiormente Manu.

    Lucia por su parte sí que terminó comiéndole la polla a uno en el lavabo de señoras, pero al aplicar su truco especial de envolverle el rabo en su largo sedoso pelo, éste se corrió enseguida entre sonidos guturales, le puso la cara perdida y además ni la invitó siquiera a una copa de las baratas después.



—Quiero volver a verte si tú así lo deseas, le confesó Papa Booze a Flor de Lis, mientras la besaba lenta y amorosamente en el cuello y nuca, absorbiendo y disfrutando con cada respiración, de su olor. Pero te advierto que no creo en las relaciones amorosas. Tras un tiempo, éstas se vuelven monótonas, llenas de reproches y esperanzas incumplidas. Pierden magia a cada minuto que pasa. Respeto la monogamia, pero es algo antinatural y definitivamente algo con lo que no comulgo. No quiero aburrirme de ti. Eres divertida y atrevida. Me gustas mucho. Te propongo un trato.

—Mis condiciones son: Cuatro días antes de cada catorce de febrero, recibirás un mensaje de texto con unas coordenadas y una hora. Nos iremos alternando con la organización año tras año del encuentro. La única respuesta válida será Sí o No. No habrá Plan B. Tras dos negativas, esta fantasía dejará de existir sin mediar pregunta de por medio. Nuestro estado civil no se cuestionará y, la verdad, me es indiferente. En ninguna circunstancia confesaremos nuestros nombres y en el certificado de salud (no mayor de 48 horas) que presentaremos al inicio de cada relación, nuestros nombres estarán tachados. Jamás utilizaremos condones ni métodos anticonceptivos. No quiero perder ni un minuto ese día poniéndome una puta goma. Nuestras relaciones siempre serán "naturales". Asumiré todas las consecuencias que se deriven de esta particular e innegociable demanda. Cada 14 de febrero de cada año es para nosotros. Nunca habrá terceras personas y lo que ocurra entre nosotros estará consensuado. La palabra clave para parar de follar en cualquier momento, será Columpio. Nuestros encuentros terminarán, a más tardar, a las 6 de la mañana del día siguiente. No se podrán alargar en ninguna circunstancia y nunca comprometeremos la identidad del otro, recita Papa Booze. —¿Tenemos un trato?

—Ay, por favor… ¿Esto lo has leído en algún sitio o se te ha ocurrido a ti solito?, sonríe Manu, clavando sus preciosos ojos en él. —Mira, guapito de cara, pollita de azafrán. Te firmo lo de las coordenadas tipo agente ultrasecreto y lo que quieras. Yo sólo quiero que me folles hasta partirme el alma. Y que seas respetuoso... puedo ser muy putita en la cama, pero sólo seré tu putita. Tú tienes que dejarte de polladas y hacer que me corra al menos tres veces. Te será fácil con esa tranca que tienes. No vengo a tu base ultrasecreta, sr. agente súper misterioso, para que me dejes a dos velas. Vas a hacer que me corra, una de ellas, con la lengua (esto sí que es innegociable). Nada de terceras personas… nunca. Me perteneces sólo a mí ese día y yo a ti. No te comparto ni con Dios. Esas son mis condiciones… ¿Tenemos un trato? —concluye Manu.

    Papa Booze asiente un poco descolocado. No esperaba que Manu tuviera condiciones propias. Está acostumbrado a ponerlas, no a que se las pongan a él.

—Pues, hala, a follar, papito. Rómpeme en dos, que me has puesto como una moto con lo del agente secreto y las coordenadas. Y te quedan por cumplir todavía dos polvos más.




    Y así has sido los último cuatro años, con la única salvedad, de que, en lugar de Síes, Manu siempre se permitía mandarle un emoji diferente para "tocarle los cojones" al señorito. Papa Booze en cambio no se apartaba del guion y contestaba con el escueto Sí acordado.

    La pantalla del móvil se enciende con un destello.
—Ya era hora, agente súper secreto de los huevos. ¿Estabas derrocando otro estado bananero montado en moto acuática, bazuca al hombro, y yo aquí a dos velas?, sonríe Manu y responde al instante con el emoji 👍. Pocos segundos recibe la respuesta. No es el habitual SÍ. Es otro emoji. 😍 parpadea en el móvil. Ahora sí, Manu no puede evitar reírse en voz alta.

¿Queréis saber que coordenadas le envió esta vez Papa Booze a Flor de Lis?
¡Pues currároslo e indicad el lugar en los comentarios!

48° 8′ 24″ N, 11° 36′ 4,7″ O - 18:00 horas

Banda sonora de El Amor está en el aire (Especial San Valentín)

Sonique - It feels so good
     

Dua Lipa - Love Again


Tove Lo - Habits (Stay High)


¡Feliz día de los enamorados a tod@s!

Hazte con todas las aventuras de las azafatas Manu y Vane en el libro recopilatorio de Valentin@ "Madame Le Noir" bajo el siguiente enlace.


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Comentarios

  1. ¡Al fin la historia de la apuesta de los famosos 200 € entre Lucia y Manu! 😊 y además no me esperaba que saliese Papa Booze de Madame Le Noir. Muchas gracias.

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  2. Papa booze va poner a vane Mirando al tendido en la iglesia de San pedro ,Múnich?

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  3. Se revela el misterio de los 200€. Bien. Bien. Siga sorprendiéndonos estimad@ Valentina@. 😁

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