Trópico de cáncer - Henry Miller
Esta obra narra las peripecias de un amargado álter ego del autor en Paris en los años previos a la segunda guerra mundial. Todo esto adornado por aburridísimas experiencias sexuales y desenfreno etílico.
Las reflexiones acerca de la situación del ser humano individual en un mundo en crisis es uno de los aspectos que lo convirtió inmediatamente en una de las novelas más apreciadas por la crítica literaria de su época.
El hecho de que en Estados Unidos la novela estuviese prohibida por lo explícita que era en la descripción de las relaciones sexuales hizo que también muy pronto surgiera un vivo interés entre los lectores. La mejor novela, la más espontánea, la más iconoclasta y que mejor refleja su tiempo.
Una vez publicado en París, "Trópico de Cáncer" se enfrentó en Estados Unidos a la ley de pornografía y se prohibió su venta durante casi tres décadas.
En el año 1961, vio finalmente la luz esta obra coincidiendo con la publicación de su secuela "Trópico de Capricornio".
Pero ¿quién era en realidad Henry Miller?
Henry Valentine Miller nace en Nueva York el 26 de diciembre de 1891, fue un novelista estadounidense cuya obra se compone de novelas semiautobiográficas de tono extremadamente crudo y provocador.
Su tipo de entender el mundo y plasmarlo en sus obras, su denuncia de la hipocresía moral (no solo estadounidense) y su constante critica de las contradicciones del ser humano le ocasionaron que su obra fuera censurada durante años.
Su estilo literario fue el precursor de la llamada Generación Beat cuyos elementos más notorios eran el rechazo a los valores estadounidenses, el uso de drogas, libertad sexual y el estudio de la filosofía oriental. la evolución de la esta generación derivo en cultura o movimiento hippie.
Miller muere el 7 de junio de 1980 en Los Ángeles.
Henry Miller en 1940.
⭐ de 5. Un rollazo.
Henry Miller me aburre. Muchísimo.
La novela que he tenido la desgracia de leer y de reseñar es una sucesión de situaciones oníricas, sueños surrealistas, escenas soeces (un hindú defeca en un bidé y el autor considera muy interesante describirlo) y reflexiones misóginas de un triste señor por París con la polla tiesa a todas horas, cuyos personajes se pasan media novela pasando más hambre que Carpanta e insultando a las mujeres a las que llama putas a las primeras de cambio o las reduce a "coños". A una meretriz (que si lo es), después del acto, le roba el dinero.
La sátira o crítica social no se la he encontrado por ninguna parte pareciéndome este "Trópico de Cáncer" una gilipollez abismal.
Su álter ego en la novela (un deshecho de virtudes) sobrevive abusando de la buena voluntad de las personas que le prestan ayuda y de sablear a sus amigos.
Así es todo el libro. Monólogos interminables y soeces.
Volviendo a la infinidad de escenas oníricas de esta tontería de novela, confieso que la descripción de los sueños en cualquier novela me ha parecido siempre un abuso, una broma de mal gusto al lector.
Entiendo que pueda ser un recurso válido para "preparar" al lector para un acontecimiento futuro, que sirva como premonición, pero si estas extensas, detalladas descripciones solo sirven para que el autor vomite páginas enteras con personas, lugares y acontecimientos sin sentido alguno totalmente ajeno a toda realidad, me aburro y me cabreo. Y mucho.
Imaginaros que alguien os contrará sus sueños tras cada borrachera o un viaje psicodélico que se metiese el menda leranda para el cuerpo; ¿Os interesaría? Seguramente os haría gracia la primera vez, y después nunca más. Pues ahora imaginaros que tuvierais que leeros un libro a rebosar de estas "pajas mentales", páginas tras páginas. Pues un rollo.
Descripción de un sueño del autor. No se entiende para nada.
Creo reconocer cierta influencia de Miller en mi amado Michel Houellebecq, pero dónde el autor francés es delicadeza (y mira que Houellebecq es más bruto que unas bragas de esparto) a la hora de describir el sexo o a las mujeres, Miller es un zote misógino y muy, muy machista que sabrá escribir muy bien pero que aburre hasta las ovejas con su particular visión del mundo.
Como curiosidad, la palabra repite la palabra "coño" 23 veces y la palabra "puta" 58 veces en algo más de las 200 páginas de su "maravillosa" novela.
Muy decepcionado con Henry Miller y con su "Trópico de Cáncer". No se lo recomiendo leer a nadie. Si esto es la referencia literaria de la Generación Beat, prefiero no leer nada más.
Te haré caso y no leeré nada de este señor. Mil gracias.
ResponderEliminarMuchas gracias por tu estupenda reseña. El provocar sin más cansa pronto.
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