Secretary (Steven Shainberg, 2002)

 

Muy, muy sorprendido de esta pequeña obra maestra del amor fuera de lo común. Me habían hablado de la película hace tiempo, pero por azares del destino, hasta la fecha no había encontrado el tiempo o las ganas de verla. Me esperaba una sensiblera película en la que una sexy secretaria le pone los dientes largos a su jefe con escenas algo subidas de tono. Interpretaciones bastante anodinas y casi dos horas de vida perdidas viendo un película escandalosa que de escándalo sólo tenía una temática no convencional. ¡Cuan equivocado he estado y me encanta!

Secretary del año 2002 está magistralmente interpretada por una genial Maggie Gyllenhaal que se merece mucho más crédito que el que recibe. Una pedazo de actriz. Dónde cualquier otra actriz habría patinado interpretando a la sensible, neurótica hija de una familia de padre alcohólico y madre sobreprotectora, Maggie Gyllenhaal da una lección interpretativa digna de OSCAR. Sus miradas, la forma en que camina, muy distinta al principio cuando aún está sumida en muchísimas inseguridades a forma que camina al final, llena de voluntad de vivir y habiendo reconocido lo que realmente desea.

Por otra parte, tenemos a James Spader, un sólido actor, también injustamente tratado por el mainstream al recordarle la mayoría "sólo" por sus papeles en Stargate (Roland Emmerich, 1994), y ser la voz de Ultrón de las películas de MARVEL en el original. Ha hecho mucho más, pero tiene este hombre la desgracia de caer en el olvido demasiado pronto. ¿Quién le recuerda en "Crash" de David Cronenberg (excelente película), o en "Sexo, mentiras y cintas de video" de Steven Soderberg (sobrevalorada)? … pues nadie. Que levante el brazo el que me pueda decir 5 películas de él… o que escriba un comentario, diciéndome que soy un listo.

¿De qué va Secretary?

Lee Holloway (Gyllenhaal) intenta volver a una vida normal tras permanecer en una institución psiquiátrica un tiempo. Desea lograr un empleo, y tras aprender a mecanografiar encuentra trabajo como secretaria en la oficina del excéntrico abogado E. Edward Grey (Spader), quien la contrata a pesar no tener ni credenciales ni habilidades para socializar y de su apariencia anticuada. Lee tiene muchas inseguridades y una forma de "sentir" es la autolesión, momento en que se siente "viva"

La reflexión que hace el director de los temas a priori tan sensibles como es la autolesión como el masoquismo es muy interesante. Shainberg no considera la autolesión como una vía de llamar la atención en el personaje de Lee o que está como un cencerro. Es su forma de intentar focalizar las sensaciones hirientes externas (el alcoholismo del padre, la sobreprotección de la madre, la hermana anodina) que no pueden controlar en un dolor focalizado. El dolor que ella misma se otorga, es por tanto, el que puede controlar y anhela igualmente la satisfacción de la curación de la herida.

Sobre el masoquismo ya he escrito en mi reseña de "La venus de las pieles" y no me extenderé demasiado. El masoquismo consensuado es una forma diferente y muy válida de amar. La escena de Lee apoyada con los brazos en la mesa de Grey siendo azotada en el trasero es de todo menos grosera, y a mi gusto muy excitante, puesto que ambos desean esa relación.

Para terminar, hay que darle al director y a la guionista Mary Gaitskill, autora norteamericana especializada en sexualidad y BDSM (Siglas de Bondage, Dominación o Disciplina, Sumisión o Sadismo y Masoquismo) en su parte del mérito que esta película sea casi perfecta. Nos presentan una bonita historia de amor alejada de los estrictos cánones de la sociedad, sin ridiculizar este tipo de amor (hay escenas divertidas sin duda, pero no ridículas) repleta de detalles que entiendes sólo a volver a visionar la película una segunda vez.

Os resumo, un par de ellos.

Edward es en el terrenos sexual muy rígido, pero en cambio muy delicado con el cuidado de sus orquídeas. Al final, todo esa ternura termina en Lee cuando empieza a besar una a una todas sus cicatrices.

La forma que tiene Grey de evadirse es hacer deporte (flexiones, correr en cinta, lo que sea). Si os fijáis, en momentos de extrema dificultad o si no sabe cómo continuar, hace deporte ¿No hemos hecho acaso tod@s lo mismo alguna vez?

Genial la escena en que Lee en la mesa inmóvil es visitada por toda la gente que conoce (no queda claro si es un sueño o real…) dónde cada uno de ellos le suelta una parrafada como el sentido de la vida o un reproche. Pero nadie la pide su opinión. Y es justamente el padre alcohólico quién recibe un agradecimiento cuando le dice que sea ella misma, que nadie debe ser dueño de su cuerpo.

Dos preguntas finales os lanzo al ruedo… ¿la veréis con la mente abierta? y no es raro que la famosísima autora E.L. James con sus "50 sombras de Grey", haya decidido llamar a su protagonista… ¿Grey? ... ¿cómo en esta película rodada 9 años antes?

Al final, esta película no puede ser tan mala… ¿no? La lástima es que se conozca mundialmente estas noveluchas baratas en lugar de la película que hoy tocaba reseñar.

Valoración:

⭐⭐⭐ ⭐⭐ de 5. 

Imprescindible

Tráiler original subtitulado:

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