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Desmadre en Lanzarote (OpenFly Air, Parte V)

EXCLUSIVO PARA MAYORES DE 18 AÑOS



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—¡Estimada familia, amigos y compañeros de profesión! Muchas gracias por celebrar conmigo este cumpleaños tan especial. En primer lugar, darle las gracias a mi madre Mireia por cedernos su finca de Lanzarote durante la tarde noche de hoy. Un servicio de cáterin atenderá todas vuestras necesidades y habrá música en directo. Solo existen dos reglas… ¡Prohibido aburrirse y entrar en la fiesta sin disfrazarse primero! —exclama una exaltada Yurena, megáfono en mano subida a un descapotable amarillo de su madre que aun superando los 40 está estupenda y cumple letra por letra todas las condiciones para ser nombrada Milf por unanimidad y más prieta que muchas de las presentes más jóvenes, donde la gravedad no se ha atrevido a personarse ni lo hará los siguientes cinco años.

—¡Es mi 25 cumpleaños y éstas son mis condiciones! ¿Quién está conmigo?

    Los treinta invitados gritan un ensordecedor e inequívoco ¡Yo!

—¡Bien! En la carpa a la derecha de la entrada de la finca, podéis encontrar todo tipo de disfraces a vuestra disposición y gusto. ¡Menos mi prima Iraya, que va disfrazada siempre! —exclama Yurena, señalando a su prima gótica lanzándole un beso al aire.

    Iraya, de largo pelo teñido, recogido en dos trenzadas coletas grises y vestida de monja, cadenas y tachuelas, le responde alzando el dedo medio y una sonrisa.

—Estáis todos invitados a disfrazaros como os salgo de los… €&?^%… vaya, el megáfono ha dejado de funcionar... —se jalea Yurena ella sola con la espontánea gracia que acaba de lanzar, mientras echa mano de una manguera y los pone a todos perdidos de espuma de color rosa —Hala, ya no tenéis excusa.

    Manuela, Vanessa y Benito Arias, piloto comandante de muchos vuelos compartidos entre ellos de OpenFly Air, no pueden parar de reír con el desenfado de Yurena. Terminarán disfrazadas Manu de Dorothy de El mago de Oz con cesta incluida, Vane de Enfermera sexy y el comandante Arias de Aladino de las Mil y una noches. La madre de la cumpleañera controla personalmente que ningún invitado entre a la fiesta sin estar debidamente vestido. Ella misma también viste como un personaje del Mago de Oz. En este caso de la "malvada" Bruja del Oeste, sombrero puntiagudo con hebilla central incluida y su terso rostro maquillado con una leve tonalidad oliva.

    Ameniza la fiesta de cumpleaños, el grupo de música local "Bienmesabe Deluxe" del amigo de toda la vida de Yurena, Álvaro Ruiz. Delicadas canciones sobre el desamor y los corazones rotos. Viste el amigo de la cumpleañera, de pirata con pañuelo al cuello, chaleco y musculado pecho al descubierto. Tocando su éxito más notorio "Me enamoré de ti en mi boda", invita a Yurena al improvisado escenario para obsequiarla con eróticos movimientos de cadera. Ella contonea el culo frente suya con un erótico perreo de escándalo. Álvaro le palmea el irresistible culo de chocolate y sigue cantando. Todos ríen, vitorean y aplauden a rabiar, a excepción de María, la novia punk de cabello corto multicolor de Álvaro, vestida con unos pantalones cuadros rojinegros escoceses y camisa negra rota de los Misfits, a que todo esto no le hace ni maldita gracia.

—Puto cerdo —piensa María —se va a enterar después, cuando vuelva a hacerle una paja a su querido amigo, el batería del grupo, tras bastidores. Por listo.

    Manu no pierde de vista a otro amigo de Yurena, vestido para la ocasión sólo con un peto azul de mecánico. Le llaman El Banano, y Manuela, perspicaz como ella sola, sabe que el mote no le viene por su origen canario sino más bien por la "otra" exuberante herramienta oculta bajo el mono de trabajo.

-Éste es para mí —le confiesa a Vanessa —Ya verás cómo aún hoy me cambia el aceite...

    Mireia que no puede estar más orgullosa de su hija Yurena, no puede evitar acordarse de Jonás Macías, el padre de la criatura, fallecido algunos años atrás. Un imponente negro de amplia sonrisa que empezó trabajando de jornalero recogiendo plátanos en la plantación del padre de Mireia y que, gracias a su dedicación, esfuerzo y para qué negarlo, las colosales lechadas que le metía entre las piernas a una Mireia de apenas 18 años, ascendió pronto. Jonás, que trabajaba más que el Diablo tanto en la plantación como entre las piernas de Mireia, en pocos años era un referente de currante y buen hacer en la exportación del plátano de la isla. Coronaría su suerte, el nacimiento de Yurena al año. El nombre de Yurena (la hija del diablo en canario) sería el único nombre posible. "Mi Diosa Dulce de leche" le decía a Mireia.

    Mireia le amó con locura, pero el pasado, pasado es y ella una imponente mujer en sus cuarenta, con todos los atributos bien puestos, tiene sus necesidades y qué mejor día para satisfacerlos, que en el cumpleaños de su hija con tanto hombre suelto.

    La fiesta, como es de esperar, es un soberbio éxito, y sobre las once, la mayoría de los invitados ya se han ido a sus casas recogidos por una caravana de autobuses, y sólo quedan (como se acordó desde el principio y así lo indicaba la invitación) nueve huéspedes que pasaran la noche en la finca. Naizan (el coqueto marido mulato de Yurena), Manuela, Vanessa, el comandante Arias, El Banano, la prima Iraya, Álvaro, Mireia y por supuesto Yurena.

    Manuela, como hábil Dorothy, le ha pavimentado el camino de ladrillos amarillos al Banano durante toda la noche. Sutilmente, como sólo una mujer sabe hacer, con detalles como tocarle los bíceps más tiempo de lo necesario y reírse echando la cabeza para atrás. Después se acercaba a él, para hablar directamente con otros invitados, se tocaba el pelo y le señalaba claramente qué no se olvidase que ella estaba cerca, aunque ahora no quisiera hablar con el mecánico. Luego cuando él se acercaba, ella disimuladamente se iba a seguir repartiendo mini chupitos de su cesta a otros invitados, mientras no cejaba de repetir qué dónde se había metido Toto.

    El núcleo duro decide terminar de bailar cerca de la piscina, entregar los regalos y tomar una última copa antes de dar por finalizada la extraordinaria fiesta. Tras una divertida batalla campal montados en flotadores en forma de unicornio en la piscina entre El Banano, Manu, Vane y Álvaro, el resto se retira finalmente a sus habitaciones. Manu ya le ha puesto los dientes largos (y alguna cosa más espera) suficientemente al Banano al desprenderse del sujetador y liberar unas hermosas y duras tetas a la noche de Lanzarote antes de encaminarse a las habitaciones.

—Oye Dorothy, ¿tú no tenías un perrito llamado Toto en la película? —se lanza a las bravas El Banano para volver a disfrutar unos minutos más de los bamboleantes y turgentes pechos de Manu.
—Sí, pero no era un perrito era más bien... un conejo… ¿Quieres acompañarme dentro y ayudarme a buscar a Toto? No es un perrito valiente, es cobarde y se asusta fácilmente. Estoy segura de que Toto se esconde en mi coño. Es muy vergonzoso. Le dan miedo las serpientes ¿Tú sabes algo de serpientes escupidoras?

    Vane le pega un codazo a Yurena, y le susurra que cuanto aún tienen que aprender de su amiga… que, para tener apenas 30 años, sabe más de zoología que el Parque Loro de Santa Cruz.

Algo más tarde, planta superior

    Naizan acaba de salir de la ducha, vestido tan solo con una diminuta toalla que no le cubre apenas cuando oye abrirse la puerta de su habitación… Es Mireia, la madre de su esposa.

—Perdona, corazón. Estoy buscando a Yurena, tiene mis pastillas en su bolso. ¿Sabes dónde está? —dice sin ningún tipo de pudor mientras no ceja de mirar el paquete que oculta la toalla.
—No lo sé, Mireia. Acabo de salir de ducharme y no sé dónde está —se justifica Naizan, mientras evita ágilmente en el último segundo que se le caiga la toalla y así mostrar su semi erecto miembro chocolate. La madre de Yurena siempre se la puesto muy dura, durísima. Se sienta en la cama y piensa que cómo no se vaya pronto la madre, va a tener un problema mayor que la toalla al notar una incipiente erección.
—Mi hija con tanto viajar, qué horror, te tiene muy desatendido. Un chico joven y apuesto como tú, Naizan, con las necesidades de los hombres jóvenes. A esa edad necesitáis descargar no solo a diario sino varias veces al día. ¡Podéis contraer enfermedades muy dolorosas si toda esa virilidad no tiene salida! Menos mal que Mamá Mireia está aquí -dice la madre de Yurena, mientras le retira la toalla de un manotazo -Menos mal… yo te aprecio mucho, mi niño, de verdad, eres un buen chico, y seguro que tú también vas a ser bueno con Mamá. La pobre señora Macías necesita un buen polvo para no sufrir esos terribles dolores de cabeza —dice Mireia mientras se sienta a su lado, retira a un lado el puntiagudo sombrero negro y se recoge el pelo en una coleta. Al levantar los brazos provoca que un agotado botón de la camisa de seda encarnada bata un récord de distancia recorrida en milésimas de segundo, descubriendo un arrebatador sujetador de encaje negro con transparencias donde unos duros pezones le dan la bienvenida a la ciudad Esmeralda.


    Naizan, ya está tirando enérgicamente la coleta de la malvada bruja hacía su erecta vara de hechicero mientras exclama convencido que para eso y más está la familia. ¡Faltaría más! La única respuesta de Mireiatras acariciar con sus pulgares su perlado duro miembro, es darle un largo y apasionado beso en el glande (marcando éste de maquillaje verde y exquisito perfume) y metérsela hasta los huevos en la boca es: "Mi niño bonito".

    Y mientras la muy experimentada boca de Mireia, empieza a degustar la nervuda polla de Naizan, la lengua de El Banano está repasando todo el alfabeto morse con el clítoris de Manu. Manu le tiene más que buen agarrado de la rubia coleta entre sus largas piernas, no dejando que apenas pueda respirar. El Banano desesperado por penetrarla después como un toro desbocado con su descomunal tranca de caballo, no pierde la esperanza de metérsela por el culo. Pero de momento, tiene malas cartas si no consigue que se corra Manuela con su vivaz lengua.

—Me tienes hasta los cojones, Manu —piensa El Banano mientras le sirve otro prolongado mordisco en la pepitilla acompañado por un corto jadeo de nuestra azafata favorita.
—Cúrratelo, Banano, de lo contrario le meterás esa polla a quien yo me sé —se reafirma Manu, sabiendo que ella misma está deseando sentir las hinchadas venas de su polla arrasando su estrecho tesoro —Por muy democrático que sea su conejo hoy de nombre Toto, la tranca, que se gasta el fiera, es una bestialidad.

    El Banano acepta las condiciones con un gruñido y sigue lamiendo la cada vez más incandescente vulva de Manuela.

    Yurena observa divertida desde el marco de la puerta como su adorada madre, de cuclillas, le está chupando la polla a su Naizan. Su marido con los ojos cerrados, estira y recoge las piernas involuntariamente. Su fiesta de cumpleaños está saliendo a pedir de boca.

—Vamos Vane, ya están entretenidos un ratín. Vamos a la habitación de Álvaro, además de cantante, es jugador de voleibol playa. Unos pectorales... ya verás que no te he exagerado para nada —le susurra Yurena a Vane, que espera impaciente a escasos dos metros —Está más rico que el gofio… ya verás. Campeón insular del cabildo y además el cantante del grupo local que ha tocado en la fiesta toda la noche. Tiene unos ojos preciosos. Llevo deseando follármelo desde el instituto. De hoy no pasa.

    Al poco raro. Yurena y Vanessa, llaman a la puerta de Álvaro al grito de "¡Policía, abra la puerta de inmediato! ¡Tenemos pruebas evidentes de que hay un abuso de estupefacientes en está habitación!" El ingenuo Álvaro abre asustado de inmediato la habitación vestida apenas con unos azabaches calzoncillos y unos abdominales para rallar queso. Yurena y Vane ahora vestidas con gorras de policías, minifaldas, gafas de espejo y armadas con porras y esposas entran sin dilación en la habitación. Álvaro sin percatarse aún de que son Yurena y Vanessa, insiste qué todo es un error y que no esconde nada.

—¿Y qué hay de este pollón? —dice Yurena mientras le baja con la porra el calzoncillo.
—No sé, de que me hablan —afirma un atónito Álvaro.
—Eso se lo cuenta mejor al teniente Chispitas —le reprocha Vane mientras muestra y agita un osito de peluche.
—Esto debe tratarse de un broma —se reafirma el orgulloso ganador del último torneo insular.
—La agente Macías y servidora no estamos para bromas. La ley está para ser cumplida. Bájese los calzoncillos del todo de inmediato… ¡Aha! ¡Una erección ilegal y no autorizada! ¡Vergüenza le debería dar por ahí con un pollón así! ¿Agente Macías? ¡Muéstrele a este vil delincuente cómo de severa es la ley en las islas! —exclama una muy metida en su papel, oficial Vanessa mientras le esposa a la cama.

    Yurena asiente y en santiamén se ha subido la falda y se ha sentado sobre la erecta polla sin previo aviso. Su corto y rizado pelo púbico devora al completo la tranca de Álvaro.

—Confirmo que está polla es ilegal y demasiado dura —dice entre jadeos Yurena.
—¡Lo que pensaba! Tengo un ojo clínico para los delincuentes… Ahora más le vale que se folle cono dios manda a la agente si no quiere que el teniente Chispitas se enfade. Es muy riguroso con la ley y no permite que nadie se la tome a chanza —le asegura Vane mientras no deja de lamer lascivamente su porra de castigo.
—¡Yo tengo novia! —se revuelve el campeón del cabildo.
—Yo también tengo novio —afirma de inmediato Vanessa -señalando a un ofendido teniente Chispitas —Pero no folla apenas y más bien mirón… quizás un malvado delincuente como tú si sepa cómo lidiar con la ley… ¿O me confundo?

Piscina exterior

    En la terraza exterior junto a las tumbonas de la piscina, Benito Arias aún vestido de Aladino de pantalones anchos y turbante, está terminando su cerveza mientras observa a Iraya darse un chapuzón nocturno. Las tenues luces de la piscina no consiguen ocultar la palidez de su piel adornada de obscenos y coloridos tatuajes. Al salir de la piscina, Iraya le pide que le lance una toalla. El apuesto, codiciado soltero y comandante Arias lo hace de buen grado. Algo más de dos décadas, los separan. Ella no debe tener más de 20 años y el acaba de pasar los cuarenta.

—Don Arias, como ya le comenté… quisiera ver mundo, quisiera ser azafata para viajar por todo el globo, pero me temo que tanto mis tatuajes, como mi forma de entender la moda como el color de mi pelo no es convencionales y no me van a ayudar… ¿usted que cree? ¿Usted me podría echar una mano y ayudarme a entrar? Puedo ser muy persuasiva si me lo propongo… —reflexiona algo abatida Iraya mientras se seca el pelo enfrente suyo.
—Lo importante es la actitud y las ganas de aprender, Iraya —afirma un achispado Arias apurando su copa de un trago.
—Mi prima Yurena me ha dicho que usted le ayudó muchísimo con los puntos de fidelización y las múltiples ventajas de OpenFly Air al poco de entrar —asevera Iraya mientras se retira la parte baja del bañador y lo deposita en una tumbona para secar —que usted sabe exactamente qué palos tocar.

    Un tatuaje con el rostro de un diablo con las fauces abiertas y dientes afilados adorna su depilado sexo.

—No fue para tanto, de verdad, lo hice de buen grado… —contesta Arias sin poder quitar la vista del diablo.
—Yo creo que usted me puede ayudar a llegar muy lejos, sin necesidad de alfombra mágica —afirma convencida Iraya mientras de un manotazo le tira el vaso, le agarra con vigor la sorprendida polla que salta como un muelle de los anchos pantalones níveos y se introduce ésta entre las tetas y el bikini, donde está no deja de crecer a un ritmo espectacular. El genio de Aladino por fin ha salido de la lámpara.

    El comandante no da crédito a su inesperada erección. Siempre es un gustazo que te masturbe una chica joven, de menos edad que la propia. Demuestra que la edad no lo es todo, que un maduro puede ser atractivo para gente joven. Iraya empieza a masturbarle valiéndose de sus menudos, pero duros y tatuados senos y la presión de su bikini. Sus aureolas son en proporción con sus pechos demasiado grandes, pero al comandante eso ahora no podía importarle menos. Intuye que le va a meter un corridón impropio de sus 40 años.

—Mi comandante… no se resista y córrase cuando quiera entre mis tetas. Pringue mis obscenos tatuajes de color leche, cómo muestra de su buena voluntad. Me ayudará a cumplir mi sueño, ¿verdad? Y después fólleme sin miramientos, como una perra, por detrás en la piscina mientras todos soplan en la cama. Agárreme fuerte del cuello mientras me jode. A mí me gusta que no me avisen al correrse, me encantan las sorpresas. Sentir la cálida leche en mi cuerpo de repente, usted solo córrase en la boca de mi diablo como a Aladino no le importo una mierda entrar en la cueva de los cuarenta folladores, digo ladrones sin avisar. Tomo la píldora desde los 14 años, así que sea malote. Dejemos que el resto de su leche se pierda en la piscina y no le digamos nada a nadie. Que se bañen mañana todos los demás junto a su esperma. Y usted sólo prométame que hará todo lo posible para que pueda entrar en OpenFly Air… ¿ok? —le recita Iraya, mientras chasquea el piercing de su lengua.

    Benito Arias asiente complacido mientras no puede evitar eyacular a borbotones como un toro entre las tetas de Iraya. Ésta tapona grácilmente, con la palma de su mano derecha, la corrida de su nuevo mecenas y evitar que su lechada golpee la parte inferior de la barbilla. De ese modo, se asegura, de paso, que la cálida y pastosa simiente quede entre sus tatuados, y perforados con piercings, pechos y el oscuro, ahora algo más claro, bikini. 



Exterior de la finca

    Samir llega tarde, tardísimo. Le habían contratado para echar en mano con el cáterin. Y al final tanto apurar con la hora de salida que la moto no le arrancó y va a llegar tarde y mal. Ve marcharse al resto del personal por la puerta de servicio y decide entrar, hacerse ver y luego marcharse como si hubiese estado toda la tarde ayudando. Empezará a recoger vasos en la piscina.

Planta superior

    Naizan no se acaba de creer la suerte que está teniendo, su oscuro objeto del deseo desde hace años, le está comiendo la polla, si no que además no corre peligro alguno de que Mireia pueda irse de la lengua. Es su adorada hija, joder, y no querrá quedar mal con ella -piensa. Interrumpe sus pensamientos libidinosos, Mireia, al detenerse con un mordisco final en sus hinchados huevos y ordenando que la monte por delante.

—Y ni se te ocurra correrte dentro con esa polla tuya. Te pego con la varita que te mando directo al hospital y le digo a mi hija que me has seducido con malas artes. Aprovechándote de una pobre mujer con unas copas de más en el cumpleaños de su hija. ¿A quién crees que va a creer? Así, que fóllame hasta partirme en dos y aquí paz y después gloria —le informa la bruja, desabrochándose el vestido y abriéndose de piernas delante suya descubriendo unos carnosos pero firmes labios íntimos. Una diminuta cadena de oro abraza sus caderas para bajar en V invertida al caldero secreto de la bruja. Bragas no llevaba la puta bruja ni de lejos. Ni estaban ni se les esperaba.

Al mismo tiempo, en la planta inferior

    Álvaro ya se ha percatado de que está siendo objeto de una broma y que no debe temer por las papelinas escondidas en la chaqueta. Yurena le ha despojado de las esposas de juguete y se ha sentado encima de su boca.

—Me vas a dar de regalo de cumpleaños hoy un concierto exclusivo con la lengua, Alvarito. Quiero todos los grandes éxitos en bucle continuo —afirma Yurena, mientras le sigue amarrando ambas manos con la mano derecha y con la izquierda le agarra de la nuca —y de la puta punk de tu amiga, que se encargue tu amigo, el batería.

    Álvaro no entiende nada, pero ahora mismo con el rizado conejo de Yurena en la boca, y Vanessa lamiéndole el falo desde la base de los huevos, poco puede hacer... y empieza a "desplegar" su repertorio vocal con todos sus éxitos.

—Joder, está es la segunda polla que me como hoy, vaya ritmo que llevo... —piensa Vanessa, que ya antes se había hecho con una muestra de esperma para su clínica de fertilización in vitro del camarero (y su correspondiente foto), el de la bandeja de los canapés más ricos.

    Después ya, no hubo bandeja que no pasase en primer lugar por la enfermera Vane. El camarero le tiró la caña a Vanessa varias veces para una segunda ronda en la cocina, pero se quedó con las ganas y terminó marchándose al finalizar la fiesta como todo el servicio de cáterin… y comiéndole las dulces tetas a su guapísima compañera camarera algo más gordita en los asientos traseros del último autobús camino a la ciudad. Algo es algo.

    Yurena incrementa la velocidad de sus caderas aparte del volumen de sus jadeos y se corre en la boca de Álvaro. "¡Otra!" —repite y vuelve a hundir su chorreante sexo en la cara del cantante. Vanessa por su parte, se ha automedicado con la porra de policía y se ha corrido mientras no paraba de lamer el gordísimo micrófono del cantante "a capella"

En otra parte de la finca

    Manu ya se ha corrido intensamente con la juguetona lengua del Banano. Desde luego no ha sido el orgasmo de su vida, pero le agradece el esfuerzo a un hombre acostumbrado a destruir con su masivo miembro, al más experimentado conejo.

—Vale, colega, te has ganado una entrada al maravilloso mundo de Oz —le indica Dorothy, sin esperar la terrible y al mismo placentera estocada de carne de El Banano. Su colosal tranca penetra sin miramientos el estrecho coño de Manu, para después de regodearse un brevísimo rato en saludar a Toto, sacarla más dura que nunca y clavar una puñalada de carne en el culo de Manuela. El orgasmo de Manuela es casi instantáneo por inesperado.

    Samir empieza a recoger vasos cuando los jadeos y el chapoteo de la piscina le desvía de sus obligaciones. Hay una pareja dentro follando. No puede evitar acercarse y echar un vistazo. La chica tatuada se le están follando por detrás. Ella resiste los salvajes envites de su pareja con los ojos entrecerrados como una campeona, desplazando horrendas cantidades de agua cada vez a las tumbonas, los brazos extendidos en el bordillo de la piscina, mientras él la estrangula con la mano derecha y la jode sin piedad. 

—Joder, siempre me lo pierdo todo —se lamenta Samir.

    En ese mismo instante, Iraya, abre los ojos y le indica que se una al polvo. Samir no duda y se siente con los pantalones aún puestos y la bragueta abierta en el bordillo de la piscina. Iraya, sin cuestionar nada, empieza a hacer uso de su piercing de la boca para explorar minuciosamente el frenillo de Samir. Rápidos chasquidos con la lengua mientras el comandante Arias se pregunta quién cojones es el camarero, pero realizando que en realidad le da igual, mientras él siga disfrutando de un coño prieto veinte años más joven. Iraya se ha comido más de una polla, para saber cómo utilizar su piercing de la lengua en modo "destructor de pollas". Al tener que renunciar a ambas manos, Iraya solo hace uso de su lengua. Solo cuando ya es imposible retener la eyaculación del camarero, sus maquillados labios negros abrazan el palpitante glande de Samir para recoger toda su simiente y tragársela en dos ávidos tragos. Al terminar, le muestra la despejada lengua agujereada a Samir y le indica con los ojos que se vaya a tomar por culo que a ella aún le queda un rato.

Al mismo tiempo, en distintas partes de la finca

    En apenas 15 minutos, todos los integrantes restantes que quedaban despiertos de la fiesta de cumpleaños de Yurena llegaron al clímax. Un poco antes de las once de la noche, el comandante Arias alimentó abundantemente, las sumergidas fauces del hambriento diablo de Iraya, dejando la piscina perdida de masculinidad y a la chica, sorpresivamente, con el mejor polvo de su vida.

    Dos minutos después, en la otra punta de la finca, El Banano eyaculaba finalmente en el culo de Manu sin parar de agarrar las perfectas caderas de ella en ningún momento. Obsequiaría a nuestra azafata con el primer orgasmo anal de su vida. El Banano por su parte quedaría maravillado por esta experiencia y el anal quedaría entre sus favoritos el resto de su vida y de obligado cumplimiento en todas sus relaciones sexuales futuras.

    Apenas cuatro minutos después, Álvaro descargaba una explosiva lechada en la boca de Vane mientras Yurena les hacía un selfie con el móvil y alcanzaba su segundo orgasmo viéndolos. La instantánea quedaría inmortalizada mientras un latigazo de abundante esperma recorría casi la totalidad del risueño rostro de Vanessa como un cohete desbocado sin dueño. En primer plano, la polla del cantante local de éxito, ataviado con unas gafas de espejo y una mini corbata mientras al fondo gritaba a viva voz y tapándose los ojos con las palmas de las manos, a su novia que le perdonase (pero sin parar de correrse por ello). 

    Y finalmente cinco minutos después, Naizan soltaba una espectacular corrida entre las tetas de su suegra tras restregar, una y otra vez sin piedad, sus depilados y gordos huevos sobre los excitados y muy húmedos labios vaginales de su suegra. No dejaba de agarrarla los talones como quien maneja el timón de un barco mientras se descargaba como un tremebundo titán sobre las blancas tetas de su suegra arqueando las espalda. La cadena de oro que limitaban sus labios íntimos quedó casi cubierta en su totalidad de volcánico semen. Mireia satisfecha por hacer alcanzado su tercer orgasmo casi consecutivo con su yerno del alma, no paraba de gemir ostentosamente. Sólo para callarse cuando una inesperada corrida final le alcanzó la boca y le descorrió parte del maquillaje oliva restante. Sin perder tiempo, recogería su sombrero de bruja del suelo, y poniéndolo debajo de la semi derrotada polla de Naizan ordeñaría ésta hasta las últimas gotas, terminando éstas y un disparo final en el fondo del aterciopelado sombrero. Buen chico.

    El comandante Arias demuestra al mundo que la edad no importa e inunda la cueva de Iraya con todo el genio de Aladino. Iraya no puede evitar sentir espasmos con el contraste de la ardiente lechada y el frío agua de la piscina. Una vez eyaculado, el genio vuelve a su lámpara satisfecho. Iraya se agarra temblorosa al borde de la piscina. La han echado un polvo muy mágico. ¡Joder con el cuarentón!

    A la mañana siguiente, todos los invitados, se despidieron tras el desayuno y habiéndose dado un último chapuzón en la piscina. El comandante Arias que había quedado en compartir taxi con Manuela y Vanessa, se entretuvo unos diez minutos más en su habitación alegando que estaba buscando el móvil. Salió tras encontrarlo extrañamente relajado y apuntando el nombre de la prima de Yurena como favorito en su lista de contactos.

    Yurena se despidió de todos ellos con un beso en la boca, afirmando que había sido el mejor cumpleaños de su vida. Su madre y su marido abrazaron a cada uno de ellos de forma menos pasional pero igual de sentida.

    Al salir el último taxi, todos los invitados coincidieron que la fiesta quizás se desmadró un poco al final, pero que ésta fue sin duda, genial en todos los sentidos...
 
   

Licencia Safe Creative 2201020165733

Banda sonora de "Desmadre en Lanzarote - OpenFly Air 5"

SHOUSE - Love Tonight


LNMOP feat. Joe Woolford - I'm Still Standing


Hazte con todas las aventuras de las azafatas Manu y Vane en el libro recopilatorio de Valentin@ "Madame Le Noir" bajo el siguiente enlace.


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Comentarios

  1. Pues otro excitante relato, cada vez son mejores (mi modesta opinión). Me encanta Iraya, ¡y sale Samir y el Banano!

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  2. Cada vez hay más personajes y situaciones en los relatos. Bien. Esto sí que es un desmadre. Con morbo. 👌. Buena historia.

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