Marina en "Noche de disfraces" (Saga Marina Parte 4)
EXCLUSIVO PARA MAYORES DE 18 AÑOS —Bebé, me voy al trabajo. ¿Nos vemos luego a la noche, ¿vale? —exclamó Marina mientras abandonaba su apartamento—. Hermana, ¿quedamos mañana para comer? Blanca asintió con la cabeza mientras trotaba frenética sobre la polla de Mario, el marido de Marina. Sus gordas tetas de mamá primeriza botaban al compás de las penetraciones. Apenas media hora antes, se había personado en casa del matrimonio arrastrando su carricoche con su bebé de cuatro meses, Izán. Estaba muy cachonda. Nada más abrir la puerta Mario, soltó al bebé en brazos de Marina, y le bajó la cremallera del pantalón al hombre. Tenía las hormonas desatadas. Se metió la cada vez más gorda y palpitante polla de Mario en la boca mientras se descalzaba y le empujaba contra el sofá. Tras unos minutos lamiendo su verga, se enrolló la falda de tubo en la cintura y se quitó las bragas. Ella, que había sido madre apenas cuatro meses antes, embarazada de un amigo común, estaba muy cachonda. Sus melon